Las emociones pueden influir positiva o negativamente en el aprendizaje y
sobre todo en la motivación para aprender. Lograr que un alumno se
sienta o no motivado a aprender �algo� es una de las claves del
aprendizaje autónomo. Por ello, en este artículo se presenta el diseño y
experimientación de un prototipo de videojuego 3D integrado en un aula
virtual con alumnos universitarios, con el fin de estudiar cómo las
emociones despertadas por los videojuegos pueden influir positiva o
negativamente en la motivación hacia el aprendizaje. Hemos sustentado
nuestra investigación en teorías correspondientes a interfaces
afectivas, aprendizaje colaborativo apoyado con ordenadores (CSCL) y
videojuegos; mientras que en el planteamiento metodológico del diseño y
validación, hemos utilizado los fundamentos de la disciplina IPO
(Interfaz Persona-Ordenador), en concreto, los principios del diseño
centrado en el usuario (DCU). En la evaluación se ha analizado por qué
se producían las emociones y por qué consideraban que incrementaba o no
la motivación hacia la asignatura. Los resultados obtenidos indican que
no sólo la motivación es beneficiosa para el aprendizaje, sino que
también la frustración producida por los videojuegos puede ser utilizada
para lograr una mayor persistencia en los logros de los objetivos de
aprendizaje. Asimismo, descubrimos algunos problemas en la percepción de
lo lúdico como una actividad de aprendizaje en la enseñanza superior.
descargar aqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son muy importantes ya que son un aliciente para seguir construyendo este blog.