Este manual tiene como objetivo desarrollar la propuesta Promoción de Comportamientos Prosociales en Familias y Niños-Niñas de
En la propuesta entendemos los comportamientos riesgosos como aquéllas manifestaciones y expresiones de la conducta de los niños-niñas, que emergen en los diversos contextos de socialización, exponiéndolos a un alto riesgo de presentar problemas de ajuste psicosocial, que obstaculizan su desarrollo infantil.
“El riesgo” lo vemos como aquellos periodos, situaciones, o circunstancias, por las cuales atraviesan los niños- niñas y las familias en el curso de su ciclo de vida. En esta medida, no vemos el riesgo como factores determinantes, que lo que hacen es señalar y marginar. Por el contrario, consideramos que el riesgo ocurre en ciertos periodos de existencia; son eventos que implican estrés, dificultades, traumatismos, que exigen un mayor apoyo por parte de las instituciones, los profesionales y su entorno.
Es importante aclarar, que aunque existen listas interesantes de factores de riesgo y de protección (factores negativos y positivos), no hay que tomarlas en su totalidad, y actuar sobre ellas de manera irreflexiva. Queremos ser muy claros con este tipo de listas, ya que no hace falta poseer todos los factores de riesgo, para hacer frente a un acontecimiento negativo. Debemos tener en cuenta, que los factores de riesgo no están todos presentes en el mismo niño-niña, pues si así fuera, la situación sería muy desfavorable para la intervención y los procesos de ayuda. Por el contrario, debemos enfatizar sobre todo aquello positivo, constructor y benéfico.
Desde esta perspectiva, la presencia de comportamientos agresivos en la primera infancia es considerada como una situación, evento o circunstancia de riesgo, que debe ser foco de atención, para prevenir manifestaciones violentas y agresivas en el futuro.
Del mismo modo, se parte del supuesto que la primera infancia, brinda oportunidades únicas para cambiar el curso del desarrollo de los niños-niñas en riesgo, y que si bien, los comportamientos pueden ser aprendidos, también pueden ser desaprendidos por un nuevo comportamiento que lo sustituya. De esta forma, Tremblay (2002) hace notar que los años preescolares constituyen un periodo propicio para prevenir las manifestaciones violentas y agresivas. Las investigaciones han demostrado que mediante acciones educativas, estos comportamientos pueden ser modificados con programas de prevención secundaria que logren impactar a los diferentes contextos y Agentes Educativos Socializadores AES, padres madres y /o cuidadores, donde ocurre la socialización de los niños niñas.
Descargar : Manual para jardineras
3 comentarios:
FELICITACIONES, UN SITIO DE MUCHO INTERES. GRACIAS POR SU AYUDA. JUAN DURAN
exelente me gusta
perdón es excelente
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