La conducta prosocial —cualquier comportarniento que beneficia a otros o que tiene consecuencias sociales positivas— toma muchas formas, incluyendo las conductas de ayuda, cooperación y solidaridad Con el término altruismo nos referimos a las acciones prosociales costosas llevadas a cabo voluntariamente, y cuya motivación primaria es beneficiar a los otros.
Las distintas perspectivas se orientan según la teoría, los factores situacionales o el tipo de tarea, según los factores situacionales o según el tipo de tareas a realizan Este artículo se enfoca desde una perspectiva cognitiva: procesos cognttivos, afectivos y motivacionales así como inteligencia y presonalidad.
La enseñanza de los derechos humanos dentro de la población infantil implica por un lado, ofrecer información y conocimientos precisos y, por otro, generar actitudes que produzcan cambios en el comportamiento, de manera que las acciones se realicen de acuerdo con los valores que faciliten el cumplimiento de los derechos humanos.
Si la educación no es capaz de involucrar valores y transmitir conocimientos, destinados a la superación de las desigualdades sociales y de las relaciones injustas o deshumanizantes, entonces la enseñanza de los derechos humanos se convierte en un problema pedagógico. Poner el proceso educativo al servicio de la comprensión, tolerancia, paz y fraternidad universales significa admitir que la educación no es neutral, puesto que aspira a capacitar a los educandos para la acción y el cambio, en búsqueda, en última instancia, de una sociedad más justa. Este compromiso implica producir transformaciones en las estructuras injustas de la sociedad, así como en el interior de las relaciones personales para hacerlas más humanas. DESCARGAR AQUI
El estudio tuvo por objetivo diseñar un programa de juego cooperativo y evaluar sus efectos en la conducta social. Se utilizó un diseño pretest-intervención-postest con grupo de control. La muestra incluye 86 sujetos de 10 a 11 años, 54 experimentales y 32 de control. Antes y después del programa se aplicaron 2 instrumentos de evaluación para medir conductas sociales. El programa consistió en una sesión de intervención semanal de dos horas de duración durante un curso escolar. Las actividades del programa estimulan la comunicación y la conducta prosocial. Los resultados de los análisis de varianza sugieren un impacto positivo de la intervención, ya que los experimentales incrementaron significativamente sus conductas asertivas, disminuyendo las agresivas, antisociales y delictivas. El programa ejerció un efecto superior sobre los sujetos que tenían pocas conductas asertivas y muchas pasivas, agresivas, antisociales y delictivas. El género no influyó en los resultados de la intervención.
Los psicólogos compartimos el interés y la consideración por la importancia de la educación emocional.
Pero todos nos sorprendemos de cómo algo tan fundamental para la conducta humana haya estado tan ausente del currículo sistemático educativo. Mientras que los conocimientos de la instrucción en las disciplinas académicas avanzan y forman un corpus relativamente sólido que resiste a las diferencias de los diversos autores o especialistas de las materias, los estándares del conocimiento psicológico a aplicar en la formación integral y vital de los niños y jóvenes y en especial aquellos referidos precisamente a las emociones sólo recientemente han sido identificados, pero parecería que carecen de puntos de llegada, de metas y objetivos bien definidos.
Sobre todo la psicología llamada científica (¿hay otras?) fiel todavía a una tendencia de no pronunciarse ni comprometerse por un modelo óptimo del desarrollo humano o un ideal de las relaciones interpersonales o sociales probablemente debido a su asepsia científica que sospecha de cualquier asimilación a visiones ideológicas o religiosas, no presenta todavía propuestas decididas.
El objetivo de esta investigación es revisar algunos procesos cognitivos y emocionales que regulan la conducta prosocial y la conducta agresiva en la adolescencia, con especial interés en los procesos empáticos.
Se trata de un estudio empírico con 1.285 adolescentes (13-18 años de edad, 698 varones y 597 mujeres) seleccionados aleatoriamente. Los análisis discriminantes realizados indican que los procesos emocionales alcanzan una mayor correlación con la conducta agresiva y con la conducta prosocial, destacando la inestabilidad emocional como la principal predictora de la agresividad y la emocionalidad «positiva» empática y no impulsiva como mejor predictora de la conducta prosocial. Por el contrario, los procesos de razonamiento prosocial que los adolescentes realizan para decidir una conducta de ayuda tienen un peso menor en la predicción de dichas conductas. DESCARGAR AQUI
Se describen las características y evolución del Programa de Prevención Temprana de la Agresión del Municipio de Medellin, Colombia, que, al parecer, es la más amplia experiencia de su género en Latinoamérica. Se realiza la primera evaluación del impacto atribuible a este programa, focalizada en su etapa inicial. El análisis antes / después reporta varios efectos positivos del Programa. Conclusión que es modificada cuando se lleva a cabo un análisis cuasiexperimental en el que se tiene en cuenta el grado de adherencia al Programa. Los efectos del Programa no parecen afectados por el grado de violencia actual en la familia, ni por los antecedentes delictivos en ella, pero la percepción del grado de violencia en el barrio tiene un efecto tan importante, que llega a anularlos.
El Manual que el lector tiene en sus manos, es fruto de una larga colaboración entre la Obra Social de Caja Madrid y Down España y representa un paso más hacia la igualdad, la convivencia y la no discriminación en este año declarado Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades Cuando ideamos la publicación de una colección denominada “Manuales Síndrome deDown”, el objetivo era claro: proporcionar a los profesionales, familias y personas con Síndrome deDown, a través de los trabajos de sus profesionales, los conocimientos de Down España. Así, entre otros, hemos publicado manuales centrados en la salud, en la atención temprana y en la autonomía personal. Éste que ve la luz será especialmente relevante, pues las habilidades sociales propician las relaciones y las relaciones el convivir con los demás.
A través de la sencillez de su planteamiento intentamos que estas publicaciones lleguen, no sólo a las personas con Síndrome de Down y a todos aquellos que trabajan con ellas, sino a toda la sociedad, a fin de que los diferentes colectivos que la componen puedan, si así lo desean, utilizarlas. Éste sería el mejor indicador de que el material editado cumple con el objetivo para el que ha sido creado, y estoy convencido de que así será, pues todas las publicaciones que hemos editado con Down España se han realizado desde la filosofía de su utilidad para el conjunto de la sociedad
La calidad educativa tiene mucho que ver con la capacidad que un centro tiene para dar respuesta a la diversidad de alumnos y alumnas que atiende. Esto exige respuestas adecuadas a necesidades diferentes. En esta línea la relevancia del aprendizaje en grupo es muy alta. Es difícil atender necesidades diferentes si no es propiciando relaciones grupales en las cuales las respuestas adecuadas no partan sólo del educador sino que se facilitan desde los mismos alumnos.
Por otro lado, socialmente cada vez es mayor la exigencia de personas capacesde trabajar en grupo y de mantener relaciones positivas y fluidas con sus semejantes.
Hasta tal punto que una persona corre serio riesgo de no incorporarse al mercado laboral si no es mínimamente competente para relacionarse y colaborarcon otros. Estas competencias deben ser desarrolladas desde el sistema educativo e iniciarse desde los primeros tramos, es difícil adquirir estas capacidades si no han tenido un desarrollo continuado. En esta línea se recoge en las Orientaciones Didácticas para la Educación Primaria que «de la misma forma la interacción entrelos alumnos les permite confrontar ideas, intercambiar informaciones, modificar conceptos previos, conocer y compartir estrategias de aprendizaje distintas de las personales, confrontar puntos de vista diferentes». Aprender, así pues, va ligado a hacerlo en grupo, se facilita la tarea a todos los alumnos y, por añadidura,se mejora la calidad educativa.
Este instrumento consta de 50 ítem, 25 de comportamientos pro sociales y 25 de comportamientos en riesgo. El objetivo del instrumento es determinar el nivel de agresividad y de prosocialidad que se encuentra en un niñ@ para la conformación de los grupos cooperativos.
Este texto es parte del material de apoyo para el subcomponente “Estrategias para la prevención temprana de la violencia en los niños”, del PROGRAMA “CONVIVENCIA CIUDADANA”. Presenta una variada gama de actividades para el docente practicar y promover la resolución pacífica de los conflictos entre sus estudiantes. Las actividades han sido traducidas del texto “La resolución creativa de conflictos”, de Willian J. Kreidler.1 Kreidler, maestro con muy amplia experiencia, sustenta y expone las estrategias que ha utilizado durante años para lograr la promoción de las relaciones pacíficas entre sus estudiantes. Divide la conceptualización y las actividades por temáticas, por ejemplo, “Ayudando a los estudiantes a enfrentar la rabia, la frustración y la agresión”, “enseñando cooperación” y otras. El texto constituye un valioso material para el docente que requiera de “dinámicas” y “técnicas” para mejorar las relaciones entre sus alumnos y para brindarles una formación en la convivencia pacífica. En él se incluye la traducción de la introducción, el prólogo y 4 capítulos del libro de Kreidler. Se han seleccionado los capítulos que más claramente aportan al subcomponente “Estrategias para la prevención temprana de la violencia en los niños”.
La administración Municipal con el apoyo del Gobierno Nacional y con una activa participación del empresariado antioqueño, que a través de la iniciativa ENTRETODOS decidió enfrentar uno de los problemas más severos de la ciudad y entregarles a sus habitantes una propuesta de intervención en diversos campos, procedió a preparar y presentar ante la Nación y el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, un proyecto de promoción de la Seguridad y Convivencia Ciudadanas con el fin de destinar recursos importantes de su presupuesto y obtener cofinanciación de la banca multinacional para ello. Tanto la nación como el BID aceptaron comprometerse con el país y con las tres ciudades más grandes y más afectadas por la violencia en Colombia, las mismas donde fue posible observar la disminución de los índices de inseguridad, a partir del desarrollo de programas y acciones sistemáticas: Medellín, Cali y Bogotá. Este crédito del BID incorporó, además del apoyo a las tres ciudades, un componente de coordinación y modernización de las instituciones nacionales más directamente comprometidas en superar la violencia, y un componente destinado a atender solicitudes de ciudades intermedias interesadas en trabajar acciones dirigidas a fortalecer la convivencia ciudadana.
Las habilidades o destrezas prosociales constituyen elementos fundamentales a ser trabajados en un proyecto de prevención de la violencia y la promoción de patrones de convivencia pacífica en los niños (as)1. Cumplen varios objetivos básicos:
a) Brindar a los niños elementos de socialización y cortesía. Se ha detectado que frecuentemente la agresión se instala en el aula debido a que algún niño (a) no sabe la forma adecuada de solicitar un juguete, el ingreso a un juego o un turno. Debido a esto, puede ser agredido por sus pares (sus iguales) o aislado. A su vez, él puede tornarse violento. Dentro de estas destrezas se incluyen “decir gracias”, “comenzar una conversación”, “solicitar hablar”, “hablar amablemente”, etc.
b) Aportar a los niños herramientas de asertividad. Ésta se refiere a la capacidad de expresar eficazmente los propios deseos y necesidades. Cuando un niño(a) carece de este tipo de destrezas, puede expresarse de manera que irrespeta y agrede a sus pares, o puede ser incapaz de manifestar lo suyo, situándose en un lugar pasivo. Esto propicia que sea victimizado. Dentro de tales habilidades pueden incluirse “conocer los propios sentimientos”, “expresar los propios sentimientos”, “compartir”, etc.
c) Darle a los niños elementos de prevención y manejo de conflictos. Estos apuntan a que los niños aprendan a “evitar que se instale la agresión” o “evitar involucrarse” en escenas de este tipo cuando se les presente tal posibilidad. Además, pretenden enseñarle a los niños a autocontrolarse de manera suficiente para no desencadenar ellos la violencia. Dentro de estas destrezas se incluyen “la relajación”, “lainterpretación adecuada de los choques accidentales con los compañeros”, “aceptar que se nos diga no a una petición”, “la escucha”, etc.
d) Propiciar en los niños la construcción de vínculos sociales. Esto se refiere a crear en ellos la conciencia de que cada persona que encuentran a su paso es también un ser humano como ellos mismos. A partir del logro de dicha perspectiva, el niño puede comprender que sus acciones producen placer o sufrimiento en los otros. Esto le permite tratarlos con empatía y tolerancia. Además, puede desarrollar los conceptos de solidaridad y compromiso social, indispensables para trabajar en equipo con los otros.
La enseñanza de los derechos humanos dentro de la población infantil implica por un lado, ofrecer información y conocimientos precisos y, por otro, generar actitudes que produzcan cambios en el comportamiento, de manera que las acciones se realicen de acuerdo con los valores que faciliten el cumplimiento de los derechos humanos. Si la educación no es capaz de involucrar valores y transmitir conocimientos, destinados a la superación de las desigualdades sociales y de las relaciones injustas o deshumanizantes, entonces la enseñanza de los derechos humanos se convierte en un problema pedagógico. Poner el proceso educativo al servicio de la comprensión, tolerancia, pazy fraternidad universales significa admitir que la educación no es neutral, puesto que aspira a capacitar a los educandos para la acción y el cambio, en búsqueda, en última instancia, de una sociedad más justa.
Este compromiso implica producir transformaciones en las estructuras injustas de la sociedad, así como en el interior de las relaciones personales para hacerlas más humanas.
Este manual tiene como objetivo desarrollar la propuesta Promoción de Comportamientos Prosociales en Familias y Niños-Niñas de 3 a 6 años: Experiencia Piloto en tres Ciudades de Colombia, cuyo propósito es disminuir comportamientos agresivos que presentan los niños-niñas con mayor frecuencia y severidad y mediante una estrategia pedagógica dirigida a maestras(os) de preescolar de las Secretarias de Educación del MEN, Jardineras de los Hogares Infantiles y Madres Comunitarias, Educadores Familiares del ICBF y padres madres y / o cuidadores de los niño(as). Lapropuesta responde a los lineamientos delmarco de la política de Haz Paz y forma parte del componente de educación del proyectodenominado “Modelos de atención para la Prevención, Detección y Tratamiento de la Violencia Doméstica” Haz Paz BID–ICBF.
En la propuesta entendemos los comportamientos riesgosos como aquéllas manifestaciones y expresiones de la conducta de los niños-niñas,que emergen en los diversos contextos de socialización, exponiéndolos a un alto riesgo de presentar problemas de ajuste psicosocial, que obstaculizan su desarrollo infantil.
“El riesgo” lo vemos como aquellos periodos, situaciones, o circunstancias, por las cuales atraviesan los niños- niñas y las familias en el curso de su ciclo de vida.En esta medida, no vemos el riesgo como factores determinantes, que lo que hacen es señalar y marginar.Por el contrario, consideramos que el riesgo ocurre en ciertos periodos de existencia; son eventos que implican estrés, dificultades, traumatismos, que exigen un mayor apoyo por parte de las instituciones, los profesionales ysu entorno.
Es importante aclarar, que aunque existen listas interesantes de factores de riesgo y de protección (factores negativos y positivos), no hay que tomarlas en su totalidad, y actuar sobre ellas de manera irreflexiva. Queremos ser muy claros con este tipo de listas, ya que no hace falta poseer todos los factores de riesgo, para hacer frente a un acontecimiento negativo. Debemos tener en cuenta, que los factores de riesgo no están todos presentes en el mismo niño-niña, pues si así fuera, la situación sería muy desfavorable para la intervención y los procesos de ayuda.Por el contrario, debemos enfatizar sobre todo aquello positivo, constructor y benéfico.
Desde esta perspectiva, la presencia de comportamientos agresivos en la primera infancia es considerada como una situación, evento o circunstancia de riesgo, que debe ser foco de atención, para prevenir manifestaciones violentas y agresivas en el futuro.
Del mismo modo, se parte del supuesto que la primera infancia, brinda oportunidades únicas para cambiar el curso del desarrollo de los niños-niñas en riesgo, y que si bien, los comportamientos pueden ser aprendidos, también pueden ser desaprendidos por un nuevo comportamiento que lo sustituya. De esta forma, Tremblay(2002) hace notar que los años preescolares constituyen un periodo propicio para prevenir las manifestaciones violentas y agresivas.Lasinvestigaciones han demostrado que mediante acciones educativas, estos comportamientos pueden ser modificados con programas de prevenciónsecundaria que logren impactar a los diferentes contextos y Agentes Educativos Socializadores AES, padres madres y /o cuidadores,donde ocurre la socialización de los niños niñas.
El presente manual, “El arte de las visitas domiciliarias para construir relaciones familiares saludables”, hace parte de la Promoción de Comportamientos Prosociales en Familias y Niños-Niñas de 3 a 6 años: Experiencia Piloto en Tres Ciudades de Colombia pertenecientes a los programas de Hogares Infantiles, Hogares de Bienestar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar e Instituciones Educativas de Preescolar de la Secretaría de Educación de las ciudades piloto Armenia, Pasto y Tunja. Se enmarca en el proyecto denominado “Modelos de atención para la prevención, detección y tratamiento de la violencia doméstica” y responde a las directrices de la Política Nacional de Construcción de Paz y Convivencia Familiar “Haz Paz”.
El manual brinda herramientas teórico–prácticas a los Educadores Familiares, para que sean aplicadas en el abordaje a las familias. Busca la adquisición de habilidades sociales en el manejo de relaciones familiares saludables, para la construcción de una cultura de convivencia democrática que sirva de estímulo para continuar reflexionando sobre el trabajo que muchas personas e instituciones vienen desarrollando con las familias colombianas.
Este material se constituye en una herramienta por terminar, y su utilización depende, en gran medida, de los saberes, conocimientos y experiencias de los técnicos y operadores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y de las Secretarías de Educación en las ciudades. El material ofrece orientaciones, consejos y recomendaciones a los padres, madres y/o cuidadores de cómo ayudarse a sí mismos y a los niños y niñas pequeños a entender y mejorar su comportamiento. Además, sirve de guía para la implementación de la propuesta que, sin lugar a dudas, generará procesos de cambio en las familias frente a los comportamientos de sus hijos e hijas.
Destinatarios
El manual está dirigido a los Educadores Familiares del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Este manual incluye aportes conceptuales y metodológicos sobre diferentes temas; ofrece modelos de visitas domiciliarias, y rutas metodológicas de cómo desarrollar las sesiones educativas.
Obviamente, este manual no sólo sirve para recordar a los Educadores Familiares cuáles son los aspectos de mayor importancia en el trabajo educativo con las familias de los niños y niñas participantes en el proyecto, sino además para reflexionar sobre su propio rol como Agentes Educativos Socializadores.